La Libertad Avanza decidió jugar a lo seguro… o a lo arriesgado: sus candidatos para las elecciones nacionales son desconocidos. Abel Chiconi, Cristina Tejada y Juan Sancassani encabezan la lista en un acto donde la intención de impresionar al electorado queda más en la apariencia que en la experiencia política.
La estrategia recuerda lo que pasó en 2023: candidaturas “anónimas” que se beneficiaron de la fuga de votos de Milei, un verdadero imán de votos que descolocó a los partidos tradicionales. Pero ahora la pregunta es: ¿funcionará sin Milei en la boleta única de papel? Sin su figura, los votos “sorpresa” podrían no llegar, y la jugada podría terminar siendo más un acto de fe que un plan electoral sólido.
A esto se suma un contexto nacional complicado. El gobierno atraviesa tiempos difíciles con denuncias de corrupción que siguen acaparando titulares, y muchos votantes buscan alternativas, aunque esas alternativas sean caras de conocer. La Libertad Avanza intenta capitalizar ese descontento, pero sin referentes fuertes que respalden la lista, todo podría depender de la suerte y de la memoria de los electores.
En pocas palabras: apostar a candidatos desconocidos es un movimiento audaz… si no fuera porque ahora falta Milei para hacer la magia. La pregunta que queda en el aire es si La Libertad Avanza podrá repetir la fórmula de 2023, o si esta vez la sorpresa será… que no hay sorpresa.