El Papa Francisco volvió a mostrarse en público en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde saludó y bendijo a los fieles, mientras continúa recuperándose de una prolongada internación a causa de una doble neumonía.
Tras una misa dedicada especialmente a los enfermos, el líder de la Iglesia Católica se dirigió brevemente a los presentes con un mensaje simple: “Buen domingo a todos. Muchas gracias”. Apareció en silla de ruedas y con cánulas nasales para oxígeno, a dos semanas de haber recibido el alta del hospital Gemelli, en Roma.
Su presencia fue recibida con entusiasmo por una multitud emocionada que lo ovacionó con aplausos y gritos de “¡Viva el Papa!”, bajo un cielo primaveral.
Debido a su delicado estado de salud, los médicos le indicaron mantener reposo y extremar los cuidados, por lo que no pudo extenderse en palabras. Durante su convalecencia, las misas fueron celebradas por clérigos y cardenales, quienes se encargaron de leer sus discursos y homilías.